El de este jueves ha sido el último Pleno del Congreso de los Diputados en esta legislatura -Zapatero disolverá el lunes las Cortes y convocará elecciones- y eso se ha notado desde el primer momento. Casi todos los portavoces que han intervenido han aprovechado para despedirse y desear todo lo mejor a sus adversarios políticos. Eso sí, sin guardarse las críticas, algunas muy duras, a la recuperación del Impuesto sobre el Patrimonio que ha acordado el Gobierno y a otros proyectos de ley aprobados hoy.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no tenía que intervenir en la sesión, pero ha acudido a votar y, a la salida, cuando ha sido abordado por los periodistas, ha dicho que se despide de esta legislatura con "el orgullo" de haber representado a la ciudadanía y de haber hecho todo lo que ha estado en su mano por España. Ha agradecido el trabajo realizado por los periodistas parlamentarios y se ha mostrado esperanzado en que, en el futuro, "las cosas vayan a mejor para España y, sobre todo, para las personas que tienen más dificultades".

La portavoz del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, estaba en los pasillos de la Cámara cuando ha salido Zapatero. Los fotógrafos han llamado al presidente, que se ha acercado a ella y ambos se han dado unos besos de despedida.

Antes, desde la tribuna de oradores del Hemiciclo, Emilio Olabarria, del PNV, ha acabado su intervención agradeciendo a la vicepresidenta de la Cámara, Teresa Cunillera -que en ese momento presidía la sesión- su paciencia por haberle permitido que habitualmente se haya pasado en el tiempo que tenía para hablar. Cunillera le ha agradecido el gesto y le ha dicho que hoy también ha superado su turno.

Antes de levantar la última sesión de la legislatura, el presidente del Congreso, José Bono, se ha despedido de los diputados y de todo el personal de la Cámara con un emotivo discurso.

Bono ha agradecido a Zapatero que le nombrara presidente de la Cámara Baja y también ha tenido palabras de agradecimiento para los portavoces de todos los grupos, uno tras otro. Les ha pedido que le disculpen las "faltas" que ha cometido durante esta legislatura, como el presidente número 144 del Congreso que ha sido.

"Gracias presidente" ha dicho, dirigiéndose a Zapatero, "especialmente por los que no te las den, por lo que hayas sufrido y no esté reconocido, por lo que hayas hecho en favor de España".

Bono se ha mostrado especialmente cariñoso con el portavoz de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, del que ha dicho que su "honorabilidad" es "incuestionada" para toda la Cámara y "ejemplar".

También se ha referido con especial afecto a la diputada de Nafarroa Bai, Uxue Barkos, que está en tratamiento tras haber sido intervenida por un cáncer de mama. Le ha deseado "salud, mucha salud".

Se ha referido a la buena relación que ha tenido con el líder de la oposición, Mariano Rajoy, quien no ha asistido al último pleno porque ha viajado a Lorca (Murcia).

Fiel a su estilo de siempre, José Bono ha dejado para el final de los agradecimientos a sus compañeros del PSOE, por esa "inclinación cristiana" de que "los últimos pueden ser los primeros", ha dicho.

También se ha despedido de los ujieres, funcionarios, periodistas y demás personal de la Cámara.